Los débiles campos magnéticos que rodean a las viejas estrellas similares al Sol pueden crear un entorno favorable para la aparición de civilizaciones extraterrestres. A esta conclusión ha llegado un grupo internacional de astrónomos, que ha publicado los resultados de las observaciones de la estrella 51 Pegaso en la revista The Astrophysical Journal Letters.
La estrella 51 Pegasus se encuentra a unos 50 años luz de la Tierra y es la primera estrella similar al Sol que tiene un exoplaneta, un Júpiter caliente llamado Dimidium. Observaciones anteriores de rayos X mostraron un bajo nivel de actividad estelar y los astrónomos supusieron que 51 Pegasus se encontraba en el mínimo de Maunder. Este largo periodo, caracterizado por un bajo número de manchas solares (tres órdenes de magnitud inferior a lo normal), se observó en el Sol durante 70 años, de 1645 a 1715.