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Se analizaron muestras cerebrales de un paciente que había padecido sarampión de niño y contrajo PSPE de adulto. Resultó que después de que el virus del sarampión entrara en el cerebro, su genoma empezó a cambiar, dando lugar a una población de virus con ARN diferente. Esto dio lugar a una combinación de características que ayudó al virus a propagarse desde la corteza frontal y colonizar todo el cerebro.
Aunque la enfermedad prácticamente ha desaparecido con la vacunación, los científicos creen que la incidencia de la PSPE volverá a aumentar debido a las actitudes negativas hacia la vacunación.
